CARTA #108
¿Sabes? A veces me encuentro preguntándome cómo llegué a este punto, este lugar tan inesperadamente hermoso en mi vida. Enamorado, sí, esa es la palabra, aunque se siente tan limitada para describir este torbellino dentro de mí. Es como si cada parte de mi ser hubiera sido diseñada para vibrar al ritmo de tu nombre, como si estuviera destinado a sentir esto tan profundamente.
"Me tienes enamorado", esa es la frase más sencilla, pero la más verdadera que puedo ofrecerte. Es un sentimiento que me envuelve por completo, como una melodía suave que nunca quiero dejar de escuchar.
Te quiero, y cuando digo esto, es más que simples palabras. Te quiero más de lo que los poetas pueden capturar en sus versos, más de lo que los compositores pueden expresar en sus sinfonías. Te quiero de una manera que trasciende el entendimiento, de una forma que hace que cada estrella en el cielo parezca un reflejo de la luz que veo en tus ojos.
Y sí, me siento un poco tonto, tan irremediablemente enamorado. Nunca pensé que estaría aquí, escribiendo estas líneas, dejando que cada pensamiento se tiña con el color de tu nombre. Pero aquí estoy, y cada palabra, cada verso, cada nota de las canciones que ahora llenan mis días, lleva un pedazo de este sentimiento que me has inspirado.
Tu nombre, ese dulce sonido que ahora se siente como una caricia en mi corazón, es todo lo que necesito para sacar una sonrisa en los días grises. Cada sílaba es un latido más, un suspiro más profundo, una razón más para creer en la belleza de este mundo.
Así que sí, te quiero. Con una intensidad que a veces me asusta, pero que siempre me reconforta. Te quiero de una forma que, si pudiese, lo escribiría en el cielo para que el mundo entero lo supiera. Y aunque solo sean palabras, espero que puedas sentir en ellas toda la verdad y la profundidad de mi amor por ti.
RECUERDA: El amor no mira con los ojos, sino con la mente, y por eso al alado Cupido lo pintan ciego.
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