CARTA #59

Aquel día en el que nuestros labios se encontraron por primera vez, no puedo evitar que una sonrisa se forme en mi rostro.

Fue un momento que quedó grabado en mi corazón de una manera tan especial.

Quiero compartir contigo lo que ese día significó para mí, porque fue mucho más que solo un beso.

Fue como si el mundo entero se desvaneciera a nuestro alrededor y solo quedáramos tú y yo, en ese instante suspendido en el tiempo.

Ese primer beso fue más que un toque de labios, fue el comienzo de algo hermoso y profundo Fue como si nuestros corazones se comunicaran en un idioma que solo ellos entendían, sin necesidad de palabras.

Fue en ese momento que supe que había encontrado a alguien con quien podía ser vulnerable sin temor, alguien con quien podía compartir mis pensamientos más íntimos y mis sueños más profundos.

Eres mi sol en el amanecer dorado, la melodía que en mi corazón ha anidado.

Eres el susurro del viento en la noche, mi refugio seguro cuando el mundo es un derroche.

Eres el abrazo que me da fortaleza, la sonrisa que ilumina mi tristeza.

Eres el verso en mi poema sin fin, la razón por la que mi alma late así.

Eres el sueño que nunca quiero despertar, la razón por la que no puedo dejar de amar.

Eres la calma en mi mar revuelto, el anhelo en cada pensamiento suelto.

Eres mi compañía en cada paso que doy, el faro que me guía cuando todo es arroyo.

Eres mi sueño hecho realidad, la razón por la que siempre sigo adelante, sin temor ni ansiedad.


RECUERDA:Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras.

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