CARTA #139
Cada sorbo de café en la mañana llevaba el calor de tu risa, cada página de libro que pasaba susurraba tu nombre en silencio, cada canción que sonaba parecía compuesta solo para nosotros... Aunque "nosotros" fuera un sueño que solo habitaba en mi corazón.
Pero ahora... ahora estoy perdido. Flotando en un vacío que tu ausencia ha dejado, navegando en un mar de incertidumbre donde cada ola me aleja más de ti...
Tú eras mi realidad, mi tierra firme en un mundo que a menudo parecía desmoronarse bajo mis pies. No necesitaba mirar hacia las estrellas para encontrarte, porque estabas aquí, en el latido de mi corazón, en cada respiración, en cada paso que daba...
Pero te has ido, te has desvanecido como la niebla al amanecer, dejando atrás un espacio que nada parece poder llenar. Busco tu reflejo en mis ojos, pero solo encuentro la sombra de lo que una vez fue, un eco de tu presencia que se desvanece con cada parpadeo...
Eras mi realidad, mi certeza en un mundo lleno de dudas. Y ahora, sin ti, me siento como un barco a la deriva, sin brújula, sin dirección, anhelando un puerto que ya no existe...
Yo no te veía en los grandiosos escenarios de los soñadores, porque tú eras mi sueño hecho realidad en el simple acto de vivir. Pero ahora, sin ti, me encuentro perdido en un sueño del que no sé cómo despertar, vagando por un mundo que, sin tu luz, se ha vuelto irreconocible...
Tú eras mi realidad... y sin ti, todo parece una ilusión descolorida, un paisaje sin vida donde antes había un jardín floreciente. ¿Cómo se sigue adelante cuando el corazón se ha quedado anclado en el "antes de ti", en el "contigo", sin saber navegar el "después de ti"?
Tú eras mi realidad... y ahora, en tu ausencia, me pregunto si alguna vez aprenderé a ver el mundo de nuevo, no a través de los reflejos de lo que fuimos, sino con la claridad de lo que ahora debo ser... sin ti.
RECUERDA: El amor es la voz bajo todos los silencios, la esperanza que no tiene opuesto en el miedo; la fuerza tan fuerte que la mera fuerza es debilidad: la verdad más primordial que el sol, más eterna que la estrella.
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