CARTA #111
Una promesa, eso es lo que llevo grabado en el alma, un susurro tenue entre la tormenta de mis emociones. Es algo simple, sí, pero cargado de toda la sinceridad que mi corazón roto puede ofrecer. Espero, con cada fragmento de mi ser desgarrado, tener la fuerza para cumplirla...
Te prometo, desde lo más profundo de este corazón que se ha convertido en un mapa de cicatrices y esperanzas perdidas, que estaré ahí... en el día que marcará el inicio de tu nueva vida. Aunque cada paso hacia ese lugar sagrado me cueste lágrimas y recuerdos, estaré allí, oculto entre sombras y silencios.
Para ese entonces, mi nombre quizás no sea más que un eco distante en tu mente, una sombra diluida entre la alegría y los festejos. Seré apenas un rostro entre muchos, uno sin invitación, sin lugar, pero incapaz de resistir la última oportunidad de verte brillar.
Estaré allí, te lo prometo, aunque mi presencia se pierda entre la multitud, aunque mi figura sea solo una más entre los testigos de tu felicidad. En un rincón, con una sonrisa que costará cada fibra de mi ser, observaré tu avance hacia un futuro sin mí...
RECUERDA: Ser profundamente amado por alguien te da fuerza, mientras que amar profundamente a alguien te da coraje.
Comentarios
Publicar un comentario