CARTA #76

Quizás sea tarde para regalarte las típicas flores amarillas que muchos chicos obsequian a sus novias, pero no quiero que nuestra historia sea como todas las demás.

No deseo entregarte un ramo que con el tiempo se marchitará; en su lugar, quiero hacerte una promesa que durará toda la eternidad.

Mi promesa es que te amaré siempre, más allá de las circunstancias y los desafios que enfrentemos. Eres la chica a la que entregaré mi corazón por completo, sin reservas ni límites.

Estaré a tu lado en cada paso del camino, sosteniendo tu mano con firmeza. Si alguna vez tropiezas o caes, ten la certeza de que estaré allí para ayudarte a levantarte.
Nunca estarás sola en esta travesía llamada vida. Mi amor por ti es un compromiso profundo y duradero, y haré todo lo que esté a mi alcance para hacerte feliz y protegerte.

RECUERDA: El amor es una bellísima flor, pero hay que tener el coraje de ir a recogerla al borde de un precipicio.



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